Me llamo Lauren, soy madre, esposa y contable.

Esta no es una historia sobre mí o mi familia, o mi trabajo, es sobre cómo el cáncer se llevó a mi mamá y lo que me ayudó a seguir adelante, al menos un poco.

Sucedió en 2020.

Para ser honesto, nunca pense que me pasaria a mi o a uno de mis amigos o miembros de mi familia...

Desgraciadamente, sucedió.

Mamá tuvo cáncer de mama, y desde el principio los médicos nos dijeron que podría no sobrevivir.

Independientemente de lo que dijeran los médicos, éramos optimistas de que mamá se recuperaría.

... pero no lo hizo.

Tenía 74 años.

Lloré durante días. No quería ni levantarme de la cama ni comer.

La sensación era abrumadora...

¡Quería meterme debajo de una piedra y no salir nunca más!

Me sentía frustrada, devastada y desesperada.

Durante días, y semanas, no hice más que llorar.

Pensé que la vida nunca volvería a ser buena, y durante meses, tuve razón. La vida era un infierno.

Hasta que, algo pequeño, lo cambió todo...

En realidad es algo pequeño, insignificante, pero me ayudó tanto, que no podía ni imaginarlo...

Era mi cumpleaños, y como siempre, estaba deprimida y llorando aún más desde que no tuve a mamá a mi lado para 

por primera vez en 45 años.

Usualmente, me tomaba un café con mi madre y pensaba en todos los bonitos recuerdos que teníamos... pero ahora, ella se había ido... para siempre.

Quería experimentar la misma sensación por mi cumpleaños, pero ¿cómo? ¿Cómo era posible sustituir la presencia de alguien?

Empecé a buscar soluciones en Internet, decidida a no rendirme hasta encontrar

lo que quería.

He buscado durante horas... y nada. Entré en Facebook para comprobar mis deseos de cumpleaños y, nada más entrar, apareció un anuncio.

Normalmente odio los anuncios, pero este era diferente.

Era un collar con un brillante medallón de corazón con una foto personalizada.

¡En cuanto lo vi, lo supe! Me iba a hacer una foto con mi madre en el relicario y la iba a llevar siempre

Dejé de llorar y pulsé el botón de compra.

¡Para mi sorpresa, llegó la semana siguiente!

Desde entonces, siempre llevo el collar y aunque mi madre ya no está aquí conmigo, siempre estará en mi corazón.

No sólo es un colgante espiritual para mí, sino que también es una pieza muy bonita de joyería que puedo llevar en cualquier tipo de evento.